Metodología
El presente informe se basa principalmente en las alertas publicadas por el Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos, una asociación de la FIDH y la OMCT, desde el comienzo de la pandemia, a principios de 2020. Los casos individuales reseñados a lo largo del informe fueron actualizados con información de seguimiento, en la medida de lo posible.
En este marco, se han observado varias tendencias de represión en los últimos dos años:
- Restricciones abusivas del espacio cívico
- Criminalización de los defensores de los derechos humanos críticos con la gestión de la pandemia
- Detención arbitraria de defensores de los derechos humanos a pesar del grave riesgo de infección en prisión
- Amenazas y asesinatos de defensores de los derechos humanos
Restricciones abusivas del espacio cívico
Angola, Cambodia, Guatemala, Hungary, Morocco, Niger, Thailand, Turkey, Venezuela
Criminalización de los defensores de los derechos humanos críticos con la gestión de la pandemia
Algeria, Azerbaijan, Belarus, Cambodia, China, Cuba, Egypt, Guatemala, India, Iran, Kazakhstan, Niger, Peru, Tajikistan, Thailand, Turkey, Uzbekistan, Venezuela, Zimbabwe
Detención arbitraria de defensores de los derechos humanos a pesar del grave riesgo de infección en prisión
Algeria, Azerbaijan, Bahrain, Bangladesh, Cambodia, Cameroon, China, Egypt, Honduras, India, Iran, Kyrgyzstan, Mexico, Morocco, Peru, Philippines, Russia, Saudi Arabia, Sri Lanka, Sudan, Turkey, Venezuela
Amenazas y asesinatos de defensores de los derechos humanos
Brazil, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Kazakhstan, Mexico, Nicaragua, Philippines, Venezuela, Zimbabwe
All countries in report
Algeria, Angola, Azerbaijan, Bahrain, Bangladesh, Belarus, Brazil, Cambodia, Cameroon, Chile, China, Colombia, Cuba, Egypt, El Salvador, Guatemala, Guinea, Honduras, Hungary, India, Iran, Kazakhstan, Kyrgyzstan, Mexico, Morocco, Nicaragua, Niger, Peru, Philippines, Russia, Saudi Arabia, Sri Lanka, Sudan, Tajikistan, Thailand, Turkey, Uzbekistan, Venezuela, Zimbabwe
1. Restricciones abusivas del espacio cívico
La restricción del acceso al espacio público justificada por la pandemia de Covid-19 ha dado lugar a restricciones abusivas, a saber
- la introducción de mayores medidas de vigilancia
- la adopción de leyes que otorgan amplios poderes a las autoridades
- el uso a veces abusivo de estas leyes para restringir el espacio cívico bajo el pretexto de la lucha contra la pandemia.
Por ejemplo, en Níger, las autoridades reprimieron duramente una asamblea convocada por la ONG Pasar la Página Níger (Tournons La Page Niger – TLP) el 15 de marzo de 2020 para denunciar la malversación de fondos públicos para la compra de armas para la lucha contra el terrorismo. Las fuerzas del orden alegaron que la asamblea había sido prohibida en el marco de la lucha contra Covid-19, aunque a Pasar la Pagina no se le notificó dicha prohibición. Entre el 15 y el 17 de marzo, al menos 15 personas fueron detenidas y encarceladas por “participar en una manifestación prohibida”.
Algunos de los defensores de derechos humanos fueron detenidos, como Moussa Moudi, Halidou Mounkaila y Maïkoul Zodi.
Para saber más sobre este caso, puedes leer la sección 1 del informe.
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2. Criminalización de los defensores de los derechos humanos críticos con la gestión de la pandemia
Con el pretexto de limitar la difusión de información falsa sobre el virus, algunas autoridades han detenido y acosado judicialmente a periodistas independientes y defensores de los derechos humanos críticos con la gestión de la crisis, llegando a cerrar algunos medios de comunicación.
Un caso emblemático es el de Zhang Zhan, ex abogada convertida en periodista, que fue detenida en Wuhan el 15 de mayo de 2020 tras comentar en Twitter las contramedidas de las autoridades para contener el virus. El 28 de diciembre de 2020, en un juicio de dos horas, fue condenada a cuatro años de prisión por el Tribunal Popular de Shanghai Pudong, por “buscar pelea y causar problemas” (artículo 293 de la Ley Penal china). Sus condiciones de detención son desastrosas y su salud se ha deteriorado tras iniciar una huelga de hambre. Con el pretexto de las medidas sanitarias, no se permite a su familia visitarla.
Para saber más sobre el caso de Zhang Zhan, puede leer la sección 2 del informe.
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3. Detención arbitraria de defensores de los derechos humanos a pesar del grave riesgo de infección en prisión
A pesar de las reiteradas declaraciones de las Naciones Unidas y de las oleadas de liberaciones masivas para descongestionar las cárceles y combatir la propagación del virus, un gran número de defensores de los derechos humanos recluidos en entornos de alto riesgo no han sido liberados. Mientras algunos han muerto en prisión, los Estados han utilizado la crisis sanitaria como excusa para posponer sus juicios o mantenerlos detenidos.
Se documentaron múltiples casos de defensores afectados por Covid-19 durante la detención en todo el mundo, a veces con resultado de muerte.
En India, Stan Swamy, que fue detenido durante nueve meses por el caso Bhima Koregaon, relacionado con actos de violencia durante las celebraciones del bicentenario de la batalla de Bhima Koregaon el 1 de enero de 2018, murió bajo custodia tras contraer Covid-19 debido a la falta de tratamiento efectivo y oportuno en la cárcel y a la denegación rutinaria de la fianza.
Para saber más sobre el caso de Stan Swamy, puedes leer la sección 3 del informe.
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Maâti Monjib es un ejemplo del refuerzo del aislamiento de los presos políticos en el contexto de Covid-19. El 29 de diciembre de 2020, Maâti Monjib, historiador, periodista, presidente de la asociación “Freedom Now” para la libertad de expresión en Marruecos, miembro fundador de la Asociación Marroquí para el Periodismo de Investigación (Association marocaine pour le journalisme d’investigation – AMJI), fue detenido por agentes de policía de paisano sin orden de arresto. Durante su detención, Maâti Monjib ha tenido acceso a sus abogados, pero no ha podido ver a su familia debido a la cuarentena impuesta a todos los recién llegados a la cárcel en el contexto de la pandemia de Covid-19.
Para saber más sobre el caso de Maâti Monjib, puede leer la sección 3 del informe.
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4. Amenazas y asesinatos de defensores de los derechos humanos
El encierro, los toques de queda y el contexto general generado por la pandemia de Covid-19 han aumentado la vulnerabilidad de los defensores de los derechos humanos que ya estaban en riesgo. En países como México y Venezuela, la violencia contra los defensores ha aumentado considerablemente.
En Venezuela, las agresiones a defensores y organizaciones de la sociedad civil aumentaron un 157% en 2020 respecto a las cifras de 2019
De igual manera en México, los datos del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas indican que, entre marzo y junio de 2020, se registraron 141 agresiones contra defensores y periodistas. De forma general, en 2020 se produjo un aumento del 67% de las agresiones contra personas defensoras en México.
Cuatro defensores de los derechos humanos fueron asesinados como represalia por su trabajo en materia de derechos humanos en las semanas posteriores al inicio de la crisis sanitaria: Isaac Medardo Herrera Avilés (el 23 de marzo de 2020), Benito Peralta Arias (el 30 de marzo de 2020), Juan Zamarron Torres (el 1 de abril de 2020), Adan Vez Lira (el 8 de abril de 2020).
Para saber más sobre el aumento de la violencia, puede leer la sección 4 del informe.
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Conclusión
Los casos estudiados aquí provienen de los países en los que el Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos trabaja. Por lo tanto, la lista de países cubiertos no es exhaustiva.
No obstante, pretende ofrecer un análisis de los mecanismos de represión en tiempos de crisis mundial. Los casos presentados en este informe muestran que los defensores de los derechos humanos se han visto muy afectados por las medidas, a veces desproporcionadas, adoptadas para responder a la pandemia. Lo más alarmante es que algunos Estados han utilizado la lucha contra la propagación del Covid-19 como pretexto para continuar e incluso aumentar la persecución de las voces críticas, en un momento en que los sistemas de protección -tanto nacionales como internacionales- se han visto paralizados por las restricciones impuestas. La pandemia ha proporcionado contextos adicionales en los que estos últimos han sido especialmente señalados y/o silenciados, en total impunidad. Lejos de ser limitadas en el tiempo, algunas medidas aprobadas al amparo de la pandemia podrían tener efectos a largo plazo sobre la actividad de los defensores de los derechos humanos.
Para ello, el Observatorio formula las siguientes recomendaciones:
Recomendaciones
A los gobiernos, que:
- Garanticen la protección de las personas defensoras de los derechos humanos y generen o restablezcan un entorno propicio para el trabajo de los derechos humanos, el compromiso cívico y la acción.
- Reconozcan públicamente el papel fundamental que desempeñan todas las personas defensoras de los derechos humanos a la hora de proporcionar información y abordar los retos que plantean las crisis mundiales, como la de Covid-19.
- Reconozcan a las personas defensoras de los derechos humanos como partes interesadas esenciales en los procesos de toma de decisiones relacionados con cuestiones de derechos humanos, en el marco del Covid-19 y postpandemia
Durante 25 años este programa de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) ha apoyado y protegido a las personas defensoras de los derechos humanos en todo el mundo, para que puedan proteger los derechos de todas y todos.
